lunes, 24 de junio de 2024

Resumen Cap 1 Yo Argumento

RESUMEN YO ARGUMENTO CAPITULO 1

 CAROLINA REYNOSO CLAS

Padilla Constanza, “Yo Argumento”: Taller de practicas de comprensión y producción de textos argumentativos, Córdoba, 2011, pp. 19-34

La capacidad de argumentar nos caracteriza como seres racionales. Así, desde el momento en que conseguimos dar razones explícitas (argumentos) de nuestras afirmaciones (tesis o puntos de vista) a los otros, iniciamos el camino de la razón dialógica (Maliandi, 1997) que va a atravesarnos durante toda nuestra vida. Pero aun así, como veremos, no podremos anular a los interlocutores virtuales (los otros, nuestro alter ego...) que constantemente desafiarán nuestras certezas, cuestionarán nuestras creencias, desestabilizarán nuestras opiniones, lo que nos llevará a buscar razones; es decir, no sólo a buscar sentido a las ideas, a los hechos y a los comportamientos de nuestras vidas, sino fundamentalmente a buscar motivos para pensar o para actuar de determinada manera.

Situación argumentativa:

Contexto- Interlocutor (intenciones)- Objeto de discusión -interlocutor (intenciones)

 

I.I APORTES DE LA FILOSOFÍA: GRADOS DE CONVERGENCIA CRÍTICA

En relación con las intenciones, el destacado filósofo argentino, Ricardo Maliandi (1997), plantea la idea de que la dimensión esencialmente dialógica de la razón involucra una postura crítica, tanto ante los propios puntos de vista como ante los de otros, lo que a la vez pone de manifiesto otro concepto que se deriva de lo crítico, el concepto de conflictividad. Esto le permite plantear tres posturas distintas en un discurso argumentativo, correspondientes a tres grados ascendentes de lo que él denomina convergencia crítica.

Postura estratégica: perspectiva egocéntrica consciente, no consciente o semiconsciente, la argumentación es persuasiva, retórica y apunta a forzar la opinión del destinatario, imponer su propio punto de vista o refutar el contrario.

Postura comunicativa divergente: egocentrismo, tiende a la resolución del desacuerdo, el acuerdo favorecerá la opinión propia.

Postura comunicativa convergente: el interlocutor aparece como co-operador ambos establecen una alianza para enfrentar y resolver un problema.

Falacias, Maliandi (1997: 177-179) apela a una analogía muy ilustrativa entre los seres humanos, -en tanto pseudo-argumentadores- y algunas criaturas de nuestro vecino reino animal.

Modo pseudoargumentativo defensivo: la liebre Se escabulle eludiendo la confrontación de puntos de vista, deslizándose velozmente a perspectivas distintas. Modo pseudoargumentativo defensivo: el erizo Levanta una pared (las “púas argumentativas”) para que nadie se le acerque e intente desafiar sus puntos de vista. Modo pseudoargumentativo ofensivo: el tigre Predador que ve en el interlocutor una presa a quien hay que devorar implacablemente, por lo cual el tema de discusión pasa a segundo plano.

Modo pseudoargumentativo ofensivo: la araña Variante ofensiva más sutil que “envuelve” al oponente con su retórica, a través de una mezcla de argumentos lícitos y falacias bien disimuladas, matizados con citas y proverbios.

1.2 APORTES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO

Aquí vamos a ver como abordan el campo de la argumentación, algunos aportes de la psicología cognitiva y de la pedagogía, que ayudan a reflexionar acerca de la complejidad del hecho argumentativo que sobrepasa lo estrictamente lingüístico.

Evolución desde una perspectiva monológica, que pone el acento en el sujeto que evalúa la validez de su propia argumentación o de la ajena, hacia una perspectiva dialógica y dialéctica visiones de mundo, se desarrollan sobre la base de estándares o principios universales, hacia una visión intersubjetiva, que plantea, por una parte, el debate entre habilidades generalizables vs. habilidades específicas de dominio. Evolución desde una concepción atomicista y taxonómica de las microhabilidades implicadas comparar perspectivas, interpretaciones, teorías; refinar generalizaciones, desarrollar una perspectiva propia, plantea la necesidad de integrar en el concepto de pensamiento crítico, virtudes intelectuales que transforman el pensamiento egocéntrico y parcial en un pensamiento amplio e imparcial.

L A S V IR T U D E S IN T E L E C T U A L E S

En esta parte Quino nos hace la representación de diferentes conceptos con diferentes diálogos entre Felipe y Mafalda. Los aportes considerados permiten reflexionar sobre la argumentación desde una perspectiva más amplia, enriqueciendo la visión estrictamente lingüística.

Independencia intelectual: disposición y compromiso para el pensamiento autónomo.

Curiosidad intelectual: disposición para preguntarse acerca del mundo y buscar explicaciones a las discrepancias.

Coraje intelectual: conciencia de la necesidad de reflexionar imparcialmente sobre puntos de vista hacia los cuales tenemos fuertes emociones negativas.

Humildad intelectual: advertencia acerca de los límites de nuestro conocimiento, que se traduce en la voluntad de reconocer lo que no sabemos y nos habilita a considerar posturas distintas a las nuestras.

Empatía intelectual: ponernos imaginativamente en el lugar de los demás para intentar entender sus puntos de vista.

Integridad intelectual: reconocimiento de las necesidades de ser veraces y consistentes; exigirnos la misma rigurosidad y prueba que pedimos a nuestros antagonistas; practicar lo que defendemos; admitir honestamente las discrepancias entre nuestros pensamientos y acciones.

Confianza en la razón: confianza en que aprenderemos a pensar por nosotros mismos y a encontrar soluciones a partir del diálogo y de razones dirimidas en la interacción.

Imparcialidad: conciencia de la necesidad de considerar todos los puntos de vista sobre un problema, prescindiendo de intereses sectarios

1-3 APORTES DE LAS TEORÍAS DE LA ARGUMENTACIÓN

Los estudios sobre la argumentación se remontan a la antigüedad clásica y tienen como referencia indiscutible a Aristóteles, quien con la fecundidad de su pensamiento impulsó dos líneas que, a lo largo de los siglos, se han ido configurando como dos perspectivas definidas y en tensión constante, aunque, en la actualidad, con un intento de acercamiento: las perspectivas retóricas (Retórica, La Nueva Retórica) y las perspectivas dialécticas (Tópicos y Refutaciones Sofísticas).

La perspectiva retórica (Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1958) Considera la argumentación como una operación discursiva, a través de la cual un sujeto trata de provocar la adhesión de otro a una tesis u opinión, a través de razones

La perspectiva pragma-dialéctica (Van Eemeren et al., 2002, 2006) Concibe la argumentación como una discusión crítica, cuyo propósito es contribuir a la resolución de una diferencia de opinión. En este caso, se focaliza la atención en la interacción de interlocutores que buscan resolver un desacuerdo.

En relación con estos enfoques, los estudios más recientes ponen de manifiesto cuatro cuestiones importantes para el avance de las teorizaciones:

• El intento de acercamiento entre perspectivas retóricas y dialécticas.

E l énfasis en la consideración de la argumentación desde una perspectiva interaccional.

• La necesidad de dar cuenta de los factores emocionales, inherentes de la discusión argumentativa.

• La conveniencia de articular los estudios de argumentación con las diferentes líneas de análisis del discurso.

PERSPECTIVA RETÓRICA

Una argumentación basada en el razonamiento, como en el caso de la argumentación científica, en la cual las diversas tesis y argumentos que las apoyan son planteados abiertamente por el argumentador para convencer a los destinatarios. Una argumentación persuasiva, que se da por ejemplo, en los avisos publicitarios, en la propaganda política y en el discurso político en general, en los cuales no se discuten abiertamente puntos de vista diversos ni se recurre al razonamiento formal. Para que exista argumentación, tiene que existir un campo problemático o un tema respecto del cual se dan puntos de vista diferentes, o por lo menos dos tesis antagónicas.

P E R S P E C T IV A P R A G M A - D IA L É C T IC A

Si bien la Pragma-dialéctica (Van Eemeren et al., 2002, 2006) adhiere a buena parte de esta conceptualización de la argumentación, centra su atención en el aspecto dialógico, en la medida en que la considera básicamente como una discusión crítica cuyo propósito es contribuir a la resolución de una diferencia de opinión o una disputa. Partiendo de que la argumentación cotidiana está atravesada por múltiples factores subjetivos, uno de los objetivos de este planteamiento es desarrollar las herramientas para determinar en qué grado una argumentación está de acuerdo con las normas de una discusión razonable.

Como conclusión general de las diversas perspectivas -filosóficas, psicológicas, pedagógicas, lingüísticas- que se han abocado al estudio de la argumentación aunque con distintas denominaciones (pensamiento crítico, discusión crítica, razón dialógica, etc.), podemos destacar la importancia de la superación de conceptualizaciones centradas en un sujeto que intenta imponer su postura ante un hecho discutible, en favor de la consideración de una dimensión intersubjetiva que pone el acento en la negociación de puntos de vista, puesto que lo que se prioriza no son las estrategias más eficaces para lograr la adhesión a una postura, sino la resolución de un problema que se entiende como compartido.



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